La artrosis es una enfermedad muy común, especialmente en personas mayores de 60 años. Sin embargo, también puede afectar a personas más jóvenes, especialmente si han sufrido una lesión o tienen antecedentes familiares de la enfermedad.
Entre los síntomas de la artrosis se encuentran el dolor en las articulaciones, la rigidez, la inflamación, la reducción de la movilidad y la deformación de la articulación. La enfermedad puede afectar cualquier articulación del cuerpo, pero es más común en las rodillas, las caderas, las manos y la columna vertebral.
La artrosis es una enfermedad crónica que no tiene cura, pero existen tratamientos que pueden ayudar a aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida de las personas que la padecen. Entre los tratamientos más comunes se encuentran los medicamentos para aliviar el dolor y la inflamación, la fisioterapia para mejorar la movilidad y la fuerza muscular, y la cirugía en casos graves.
Para prevenir la artrosis, es importante mantener un estilo de vida saludable, realizar ejercicio regularmente para fortalecer los músculos y las articulaciones, y mantener un peso adecuado para evitar el estrés en las articulaciones.
En conclusión, la artrosis es una enfermedad crónica que afecta las articulaciones y puede provocar dolor, rigidez e inflamación. Aunque no tiene cura, existen tratamientos que pueden aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida de las personas que la padecen. La prevención y el mantenimiento de un estilo de vida saludable son fundamentales para evitar su aparición.
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